¿Por qué "El quizal azul"?

¿Quizal?

Supongo que nadie que sea de Alfaro preguntará qué es un quizal, pero para aquellos que no lo sepan, según el diccionario de la Real Academia Alfareña, Quizal: Escalón de entrada en la puerta de las casas.

Hecha esta aclaración para los forasteros (palabra también muy común en este bendito pueblo y que, para los antes nombrados, sonará a película de vaqueros), recordaros las muchas, muchísimas utilidades que, las que ya tenemos una edad, sí, más de 30, solíamos darle a los quizales. En estas improvisadas mesas de juegos pasábamos horas sentadas, contándonos nuestras confidencias, jugando a los cromos, a las mariquititas, era nuestra valla invulnerable cuando jugábamos a vacas, donde esperábamos a nuestras madres al volver del cole sin llaves, tomábamos la fresca cada noche de verano, y ya más mayorcitas,... bueno, que tampoco hay que contarlo todo.

En mi calle además, en las tardes-noches de verano, las vecinas sacaban sus labores y sus canastas con alpargatas y, sin apenas mirar, mientras hablaban con el resto, puntada a puntada, las veía hacer docenas y docenas de perfectas zapatillas. 

Mi madre se empeñó en enseñarme y, aunque sin mucho interés, no me quedó más remedio que aprender. Cada día hacía un par, ¡tremendo esfuerzo!, y hasta que no lo terminaba no me dejaba ir a la piscina. Sospecho que ese par, mientras estaba en la piscina, mi pobre madre deshacía y rehacía a diario. 

Estos fueron mis comienzos y , tras más de 20 años, agradezco a mi madre el empeño y, aunque mis alpargatas son algo diferentes a las de entonces, nunca me hubiera planteado meterme a alpargatera sin la ayuda de mi madre.

Y ¿por qué azul?

Lo de azul ya es más casual, quedaba bien y punto.

La otra opción era "el quizal de piedrecitas marrones de terrazo", y claro, pelín largo.

Bueno, mi primer blog, mi primera entrada,...¡qué nervios!

Seguiremos informando, y mañana ya con alpargatas, que es de lo que se trata.